¿Cómo limpiar fregadero de acero inoxidable?
Si posees un fregadero de acero inoxidable, limpiarlo a profundidad es una tarea que debes agregar a la rutina de limpieza semanal. Puede que no lo parezca, pero, aun así, hay probabilidades de que las bacterias estén ahí y, por ello, debemos higienizar el lavabo con frecuencia.
Muchas veces no es suficiente limpiar nuestro lavabo solo con detergente líquido y agua, pues lo que estarás eliminando es la suciedad causada por los restos de alimentos, sin embargo, las bacterias pueden seguir ahí y continuar desarrollándose.
Por ello, lo ideal es realizar una limpieza profunda a nuestro fregadero de acero inoxidable de vez en cuando para asegurarnos de eliminar cualquier bacteria que pueda haber y dejarlo impecable.
Además, limpiar un fregadero de acero inoxidable profundamente y de manera constante evita que genere malos olores que pueden resultar desagradables y de los que no te das cuenta sino hasta cuando ya es muy notorio y el olor se impregna en la cocina o en las adyacencias del lavabo.
¿Cómo debo limpiar mi fregadero de acero inoxidable?
Porsuerte, no necesitas de muchos elementos a la hora de limpiar fregadero de acero inoxidable y, los que necesitas, probablemente ya los tengas en tu hogar. Por lo que tienes que buscar los siguientes recursos:
- Detergente para vajillas.
- Lejía.
- Guantes de caucho.
- Vinagre blanco.
- Pañuelo de microfibra limpio y seco (o, en su defecto, un paño de toalla para vajillas).
Una vez tengas todo lo necesario, puedes proceder a limpiar tu fregadero realizando lo siguiente:
- Vacía tu lavabo por completo antes de comenzar el proceso de aseo. Cerciórate de que no haya restos de alimentos, vajillas ni nada para tener un campo libre para limpiar a gusto.
- Enjuaga el fregadero con agua caliente, vierte una cantidad pequeña de detergente para vajillas y luego friega toda la superficie con una esponja. El agua caliente y el jabón son de gran ayuda para eliminar bacterias y aflojar la suciedad incrustada.
- Si no tienes esponja, puedes utilizar un pañuelo de microfibra. Eso sí: Nunca utilices una esponja metálica, solo lograrás rayar el acero inoxidable de tu lavabo y es lo último que queremos.
- Bloquea el desagüe y llena el fregadero de agua templada, llena una tapa de lejía y viértela en el lavabo. Las cantidades son: Por cada galón de agua, una tapa de cloro. Deja que actúe por aproximadamente cinco minutos.
- Mientras dejas que el agua y la lejía hagan efecto, aprovecha y limpia el grifo. Sumerge la esponja dentro del agua con cloro y friega el grifo con ella para eliminar cualquier bacteria y suciedad que pueda haber.
- Destapa el desagüe y deja que el lavabo drene toda el agua. Friega la superficie con una esponja humedecida para asearlo de manera rápida y luego deja que seque.
- Para finalizar, diluye en una taza partes iguales de vinagre y agua y humedece un pañuelo de microfibra en la solución. Pule el fregadero con el pañuelo húmedo hasta que quede impecable.
¡Y listo! Es un proceso muy fácil y rápido que te asegurará tener tu lavabo libre de bacterias y lo mantendrá impecable. Agrega este procedimiento a tu rutina de limpieza semanal y no tendrás que preocuparte por los germenes en tu fregadero.
Aprovecha y limpia el desagüe
Ya que estamos en un aseo profundo de nuestro fregadero, ¿Por qué no aprovechar la situación y limpiar el desagüe? De esta manera tendremos menos probabilidades de que se nos tape.
Puedes hacerlo con dos simples, pero potentes, ingredientes: Bicarbonato de sodio y vinagre. Esto te permitirá, además, eliminar cualquier mal olor que pueda tener el lavabo debido al desagüe.
- Retira el agua que esté estancada en lavabo.
- En primer lugar, vierte media taza de bicarbonato en el desagüe, asegurándote de que todo el polvo caiga directo en él.
- Luego vierte media taza de vinagre blanco y espera aproximadamente 20 minutos a que ambos ingredientes hagan efecto.
- Para finalizar, vierte un litro de agua recién hervida en el desagüe para eliminar cualquier resto de ambos ingredientes y dejarlo impecable.
¡Listo! Con estos pasos tu fregadero estará libre de bacterias, de restos de alimentos y funcionará como nuevo.
Algunas consideraciones a tener en cuenta
Antes de limpiar tu fregadero de acero inoxidable debes tener en cuenta lo siguiente:
- Los guantes de caucho no son un requisito indispensable para esta tarea, pues el cloro está muy bien diluido como para que pueda afectar tu piel. Sin embargo, es recomendable para que no humedezcas en exceso tu piel y tus uñas se debiliten.
- Si no puedes utilizar cloro, o simplemente no tienes a la mano, puedes sustituirlo por vinagre o por agua oxigenada. Tendrás resultados muy similares.
- Si no tienes vinagre a la mano, por muy curioso que parezca, puedes lustrar tu lavabo utilizando harina.
¿Por qué utilizar lejía para asear fregadero de acero inoxidable?
Aconsejamos utilizar el cloro como uno de los principales elementos de limpieza debido a que es sumamente efectivo en cuanto a la desinfección de superficies se refiere. Se trata de una herramienta excelente para eliminar moho, virus y bacterias.
Sin embargo, utilizar el cloro en cantidades desproporcionadas puede ser muy peligroso, por ello:
- Cuando vayas a utilizar la lejía para limpiar cualquier superficie, primero utiliza un pañuelo humedecido con agua y jabón para asegurarte de realmente limpiar la superficie antes de desinfectarla.
- No abuses de cantidades cuando trabajas con cloro. Utilizar un poco es más que suficiente para desinfectar. Si necesitas medidas: por cada galón de agua, usa una cucharada de cloro.
- ¡No lo mezcles con otros limpiadores! Estamos hablando de combinación de químicos y, a menos que seas uno, no deberías combinarlos. No mezcles el cloro con vinagre, ni amoníaco ni alcohol. Puede resultar tóxico para ti.
- El agua caliente desactiva los componentes del cloro, por ello, utiliza agua fría para cerciorarte de aprovechar todos los beneficios desinfectantes del cloro.
Siempre debemos tener cuidado cuando trabajamos con productos químicos, ya sea de limpieza o cualquier otro. No está demás asegurarse de no sufrir consecuencias, por ello debemos conocer todo lo posible de cualquier químico que estemos por utilizar.