Cómo limpiar una cazuela con alimentos quemados
Limpiar una cazuela con alimentos quemados, a pesar de ser una tarea laboriosa, puede ser fácil. Acá te enseñaremos todo lo que necesitas saber para dejar tus cacerolas como nuevas.
Ya sea por haber preparado una lasaña, pollo horneado o un pastel, la comida quemada suele ser un problema muy frecuente. No todos somos expertos en el arte de la cocina. Pero podemos ser expertos en cuanto a la limpieza se refiere.
La limpieza de cazuelas es muy básica. Sin embargo, hay ocasiones especiales en donde requiere de mucho más esfuerzo, debido a la comida que se pasó de cocción o, también, porque se dejó mucho tiempo en la cacerola.
Estos restos de comida pueden darnos muchísimo trabajo, pero existe una técnica que puede serte de muchísima ayuda y te da buenísimos resultados. Con este secreto, limpiar una cazuela con alimentos quemados no se convertirá en una pesadilla.
¿Cómo limpiar una cazuela con alimentos quemados?
Afortunadamente, para limpiar una cacerola con comida quemada y pegada necesitarás elementos que fácilmente puedes conseguir en cualquier mercado o, incluso, tenerlos en tu casa. Reúne lo siguiente:
- Espátula de plástico.
- Bicarbonato de sodio.
- Jabón lavavajillas.
- Agua caliente.
- Esponja matorral.
Una vez tengas todos los materiales necesarios, será hora de poner manos a la obra. El procedimiento a seguir para limpiar una cazuela con alimentos quemados es el siguiente:
- Antes que nada, con ayuda de la espátula, raspa de manera gentil la superficie con la comida quemada. Cuando creas que ya no puedes retirar más restos, enjuaga la cacerola con agua.
- Ojo al usar una espátula de metal. En este caso, raspa con cuidado y suavemente la superficie de la cacerola porque, de lo contrario, puedes rayar la superficie. Por ello es recomendable optar por una espátula de plástico.
- Esparce bicarbonato de sodio por toda la superficie de la cazuela que tenga los restos de alimento quemado.
- Agrega un par de chorros de jabón para platos en la superficie de la cacerola y, luego, llénala con agua caliente hasta que cubra toda la parte afectada.
- Deja que el agua y el jabón actúen por unos quince minutos. Si quieres mejores resultados, puedes dejarlo reposar por toda la noche.
- Sin retirar el agua, toma la espátula y vuelve a raspar la superficie para deshacerte del resto de la comida quemada, verás que ya es mucho más fácil despegar. Luego, bota el agua sucia por el fregadero.
- Haz movimientos no tan bruscos para que el agua no te salpique.
- Vuelve a esparcir un poco de bicarbonato de sodio en la superficie de la cacerola, enfocándote especialmente en aquellos restos que te han dado más trabajo de eliminar.
- Agrega un chorro pequeño de jabón para platos en la esponja matorral, enciende el agua caliente de tu fregadero para que caiga en la cazuela y empieza a restregar la esponja en la superficie hasta que ya no haya ningún resto de comida quemada.
- Es normal que en la primera lavada no salgan todos los restos, por lo que puedes agregar nuevamente bicarbonato de sodio y jabón lavavajillas las veces que sean necesarias.
- Por último, enjuaga muy bien la cacerola con abundante agua y sécala. Quedará como nueva.
Para evitar que la comida quemada se pegue en tu cacerola, te recomendamos dejarla remojando inmediatamente luego de que se desocupe el utensilio para que los restos se vayan despegando por sí solos y sea mucho más sencillo limpiarlos.
En caso de que quede comida en ella, guárdala en un envase aparte. Los alimentos quemados son más difíciles de despegar cuando ya están fríos, por ello, siempre retira lo que haya sobrado de la comida e inmediatamente pon a remojar la cazuela.